El clasismo tras los ingresos al aeropuerto.


Hablar de los accesos al aeropuerto internacional Jorge Chávez del Callao despierta muchos intereses, incluso se podría decir que, pasiones. Pero en esta oportunidad, en búsqueda de hacer notorio que, aun temas sencillos como el acceso a una infraestructura aeroportuaria tiene matices que no deben ser menos preciados.

Quizá al pensar en un aeropuerto se piensa en viajes internacionales por placer, quizá viaje familiar a Disney o quizá el arribo de importantes cantidades de turistas, esto generalmente genera una imagen de personas con grande maletas llenas de ropa y deseos. Si bien esos son los viajeros más comunes de imaginar, los aeropuertos atraen diversos tipos de usuarios, desde viajeros hasta trabajadores. 

Viajeros por trabajo, viajes por un evento, viajeros que visitan a la familia un fin de semana o viajes de emergencia. Muchos de esos viajes significan un viaje con equipa ligero, personas que con solo una mochila de mano tienen todo lo que necesitan para dicho viaje. 


Por otro lado, en cuanto a los trabajadores que permiten que un aeropuerto opere de manera funcional las 24 horas durante los 365 días del año, en lugar de hablar de equipaje, podemos hablar de medios de viaje. Quizá con mayor relevancia que los usuarios del párrafo anterior, las personas que trabajan en el aeropuerto, acceden a esta infraestructura llena de sueños de viaje, para trabajar. Personas que diariamente se dirigen a su centro de labores en transporte público, bicicleta o a pie. Personas que, al igual que el viajero ligero merecen ser evidenciados en la mesa de conversación.


En ese sentido, si bien los proyectos, opiniones y discursos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones en favor del auto particular sorprenden menos, las recientes posturas y discurso de la Autoridad para el Transporte Urbanos de Lima y Callao - ATU, alerta sobre quienes están tomando las decisiones en nuestras ciudades. En el Taller de Socialización del Plan de Movilidad Urbana para Lima y Callao de ATU, el arquitecto Fabian García cuestionó la postura de la ATU frente al proyecto Vía Expresa Santa Rosa y la posibilidad de plantear un verdadero proyecto de movilidad sostenible sobre la avenida Santa Rosa. Ante ello, los representantes de ATU atinaron a dar una respuesta donde sostuvieron un discurso poco sostenible al señalar que el 80% de usuarios del aeropuerto iban en auto particular.

Este porcentaje resulta tan abultado que despierta sospechas sobre los indicadores y métodos para determinar dicha cifra. Por otro lado, aun si dicha cifra fuera verdadera, el diagnóstico de un 80% de usuarios que acceden al aeropuerto mediante el auto particular no significa que esa cifra se debe mantener. Tampoco significa que hay que brindar infraestructuras viales para que se mantenga o incremente dicho porcentaje. 

Estaremos de acuerdo que dicha cifra solo significaría que es menester del PMU reducir esa cifra, proponer sistemas de transporte sostenible e intermodal que prioricen el transporte público masivo y también el ciclista. Leyes, normas y enfoques que demuestran que lo primordial en las ciudades es la movilidad sostenible y reducir el uso del auto particular existen por cantidad, entonces, ¿por qué la ATU maneja un discurso que da a entender que no harán ninguna propuesta de esta índole sobre tan importante vía de la ciudad?

¿Qué motiva a tergiversar los enfoques de desarrollo sostenible y usar un indicador negativo como sustento para perpetuar el uso del auto particular?

Tantas preguntas que, seguramente irán incrementando a medida que sigamos hablando del tema. Sin embargo, resulta importante reconocer que quienes usan y usamos el aeropuerto no son solo una élite clase alta que se dirige al aeropuerto chalaco mediante auto particular o un taxi, existen muchos usuarios, tan o más importante que quienes pueden pagar 80 soles para un taxi.


Es tiempo de que empecemos a hablar del clasismo detrás de los discursos que piensan que la única manera de llegar o salir al aeropuerto internacional del Callao es por taxi o auto particular.

Aquí les comparto unas fotos para ayudar a romper con ese clasismo detrás de la movilidad desde y hacia el aeropuerto. Por favor veamos que existen y existimos quienes vamos o salimos del aeropuerto caminando para hacer uso de transporte público, tomar un taxi que cueste menos o incluso, caminando a casa.

Aún me sorprende el razonamiento ajeno de tantas personas. Que aún cuando usan un equipamiento tan grande como un aeropuerto, les resulta difícil darse cuenta que, para que el aeropuerto funcione, deben haber personas trabajando para hacerlo funcionar, personas que, aun cuando se tiene un sistema de transporte público deficiente y no existe ciclovía en la avenida Elmer Faucett, acceden a este, su centro laboral, haciendo uso de dichos medios de transporte.

Gracias al clasismo detrás de las decisiones que rodean al aeropuerto, se está generando una bomba de tiempo.



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